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No hay que alarmar sobre el cambio climático, sino informar
Fuente: diariovasco.com
En España el agua escaseará más y las costas se verán reducidas - Ya estamos notando los impactos del problema, por eso hay que adaptarse
Son varios los Cursos de Verano de la UPV que giran en torno al medio ambiente y la ecología. Ayer tuvo lugar en el Palacio de Miramar de Donostia la segunda jornada del titulado 'Adaptación al cambio climático', que abordaba, en inglés, las estrategias existentes a nivel nacional y europeo sobre este tema. Alicia Montalvo, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, participó en el curso.
- Dice que la mayor parte de los esfuerzos se invierten en la mitigación del cambio climático, pero que también es importante la adaptación. ¿Qué diferencias hay?
- Mitigar es evitar que se genere el problema, en este caso reducir las emisiones de gases nocivos a la atmósfera. Se trabaja sobre todo en el ámbito de la energía, concretamente en la de origen fósil, que es la que más contamina, y se trata de disminuir su consumo, de cambiar el modelo energético, de transporte o de vivienda. Sin embargo, el problema existe desde hace tiempo, y ya estamos notando los impactos, por eso también hay que adaptarse. Primero, sabiendo dónde ocurren, cuándo y cómo, para así integrar correctamente esos datos en todas tus políticas sectoriales.
- Además, asegura que esta adaptación tiene que darse primero a nivel regional. ¿Por qué?
- La información que utilizamos es, efectivamente, a nivel internacional, pero las políticas de adaptación no son iguales en todos los sitios. Un cambio de frecuencia de lluvias o fenómenos extremos, por ejemplo, no afecta por igual a una zona de montaña que a una zona de playa. No puedes aplicar las mismas políticas de adaptación, lo mismo que no es igual la política de infraestructuras en Andalucía que en el País Vasco. La adaptación tiene que darse en el lugar en el que está ocurriendo el impacto.
- ¿En qué aspectos es España más vulnerable ante las consecuencias del cambio climático?
- Por un lado, y hablando de recursos, es más vulnerable respecto al agua, que escaseará más, y las costas, que se verán reducidas. El cambio del clima también erosionará más el suelo, lo que perjudicará a la biodiversidad. Todo esto también afecta, naturalmente, a sectores socioeconómicos, como la agricultura, el turismo y la energía.
- Asegura que hay quien es demasiado alarmista sobre este tema. ¿Por qué?
- Si hacemos simplificaciones excesivas podemos conseguir que la gente no se lo crea, o decida que no está en su mano resolverlo. Y no es verdad, porque sí lo está, y tiene que exigir a sus responsables políticos que integren las consideraciones de cambio climático. En lugar de alarmar, de lo que se trata es de informar, y explicar a la gente que con sus actuaciones puede hacer frente al problema.
- ¿Qué medidas se están tomando a nivel nacional?
- Fundamentalmente estamos desarrollando conocimiento de lo que está pasando, es decir, observación, datos muy detallados. Además, creamos herramientas metodológicas para que ese conocimiento se integre en algo que podamos usar, por ejemplo, unos posibles escenarios que nos dicen cómo va a cambiar el clima en los próximos 50 u 80 años. Estos escenarios son herramientas que se tienen en cuenta al aplicar políticas sectoriales, como en los planes de cuencas hidrológicas, o en la política de costas, para que, por ejemplo, no construyamos algo en una zona costera que vaya a quedar invadida por el agua.
- ¿Toda esta observación a nivel institucional luego la notan los ciudadanos? ¿Se le da un uso?
- Sí que se le da un uso, pero yo creo que se le tiene que dar todavía más. En la política hay unas inercias, y los propios gestores políticos, a todos los niveles, todavía no hemos integrado completamente el problema del cambio climático en nuestro análisis. Es complicado, además, porque los estudios son inciertos y los rangos varían, unos dicen que tal fenómeno va a ocurrir en 2030, y otros que en 2040. En términos de ciclo político, eso es mucho, pero en términos de ciclo planetario no es nada. Los ciudadanos primero tienen que conocer el problema e informarse. En segundo lugar, tienen que notar que en las políticas que se toman en agricultura o urbanismo, por ejemplo, están integradas también consideraciones de cambio climático, además de las de salud, abastecimiento o seguridad alimentaria.