BC3. Basque centre for climate change – Klima aldaketa ikergai

Think globally, act locally. O, lo que es lo mismo, Piensa globalmente, actúa localmente. Esta es una de los planteamientos que pueden resumir con acierto el encuentro informal que ayer mantuvieron un centenar de prestigiosos investigadores vascos e internacionales para abordar cuáles serán las claves para adaptarse al incuestionable y probado cambio climático.

Esta alteración en el orden natural de las cosas traerá unas consecuencias impredecibles con exactitud, pero pronosticables con mucha probabilidad. Y es que, como explicó Anil Markandya, director científico del centro vasco de referencia internacional en materia de cambio climático (BC3), "es hora de tomar medidas activas que ayuden a mitigar los efectos".

Hablaba de reducir (no impedir) los consabidos daños colaterales que el acaloramiento de la atmósfera provocará en la superficie terrestre y en los medios acuáticos que afectarán a las comunidades humanas y a las distintas especies animales y vegetales: migraciones masivas, problemas de salud, desaparición de flora y fauna,... son algunas de las consecuencias que, por ejemplo, definirán a Euskadi si sus pobladores y sus instituciones no toman cartas en el asunto de forma decidida.

Y es que, la barruntada subida del nivel del mar (entre 29 y 49 centímetros) y el consiguiente retroceso de costas (con la reducción de la anchura de las playas entre un 25% y un 40%), el aumento de las precipitaciones extremas en invierno y su disminución en verano, y un incremento de las temperaturas máximas y mínimas extremas (de entre 1 y 3 ºC) serán el escenario a futuro, muy diferente al actual.

Sin embargo, este panorama puede, tal y como afirmaba Markandya (y el resto de ponentes que participaron en la segunda edición del foro Klimagune), ser mitigado. "Hay que saber adaptarse a los cambios", insistía el máximo responsable del BC3 e integrante del Panel Internacional de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (IPCC) que en 2014 emitirá un informe científico sobre el estado de salud del Planeta.

En esa línea de necesidad humana de aclimatarse a los nuevos tiempos, los expertos depositaron sus esperanzas en la próxima cumbre mundial que se celebrará en la ciudad sudafricana de Durban en diciembre "tras el fracaso de Kyoto, Copenhague y Cancún".

La crisis, tabla de salvación. No obstante, el tótem por excelencia en cuestiones de cambio climático y modelos predictivos, Klaus Hasselmann (estableció un método matemático que permite distinguir entre la variabilidad natural del clima y la perturbación del mismo debida a la actividad humana), insistió en sus recomendaciones de no perder tiempo en analizar los aspectos más negativos que esta mutación atmosférica traerá sino en presentar los "beneficios" de la nueva era.

Se puede frenar el cambio climático sin que afecte al estilo de vida, venía a decir, al tiempo que urgía a la clase política a sacar provecho de la crisis económica mundial para combatir los efectos del cambio climático. "Hay que hablar de beneficios i no de costes. Es importante que las actuaciones de los políticos encaminadas a superar la actual crisis económica se dirijan a las tecnologías del futuro, en particular a las relacionadas con las energías renovables", insistía.

Enumeró, en este sentido, que su preferencia es la solar (fotovoltaica y de concentración) desterrando de modo el progresivo y limitado consumo de fósiles (petróleo, carbón,...) en favor del astro rey. "Te tienes que preparar para dar respuestas. Es necesario comunicar antes de que sea demasiado tarde", resumía este físico en una llamada de atención a los políticos de todo el mundo.

"Hay que apelar al sentido moral", agregaba Hasselmann. En la CAV, el Gobierno actual ha decidido continuar otros tres años más con el proyecto K-Egokitzen, una recapitulación de aportaciones científicas que proporcionan información "regionalizada sobre la evolución previsible de las temperaturas, el nivel de precipitaciones, episodios climáticos extremos, nivel del mar fuerzas del oleaje y su posible afección a los sistemas económicos, naturales y sociales".